viernes, 8 de noviembre de 2013

Políticas Participativas. La experiencia del ICAB.

Las políticas participativas en nuestro caso (Instituto de Control de la Alimentación y Bromatología) se reducen a dos grandes principios de gestión a los cuales adherimos incondicionalmente, horizontalidad e intersectorialidad.
Este esquema estratégico de gestión se eligió por convicciones ideológicas que responden a la idea de gobierno abierto y horizontalidad participativa en las decisiones de los organismos oficiales.
Respecto al concepto de horizontalidad, este requiere de un tiempo deliberativo fundamental que en un sistema vertical típico no se utiliza y por ende se podría pensar que esa fase de debate demora las decisiones, pero si bien este planteo tiene una obvia razonabilidad, nosotros creemos que mucho más determinantes son los tiempos de implementación de esas políticas públicas, y nos atrevemos a asegurar que esos tiempos de discusión no solo no representan “tiempo perdido”, sino que por el contrario es la base para acortar los procesos posteriores. En este sentido también es razonable deducir que cuando las propuestas vienen del seno de las mismas personas encargadas de implementarlas, cuando las dudas sobre su aplicabilidad han sido resueltas por ellos mismos y cuando la importancia y priorización de tales propuestas han sido fijadas por el conjunto, los tiempos para llevar a cabo dichas políticas no solo se acortan definitivamente sino que adquieren una lógica eficiencia operativa, devenida de la apropiación individual y grupal de la medida resolutiva elegida.
En cuanto a la intersectorialidad hay que decir que es menos discutida como concepto aunque muchas veces se utiliza declamativamente pero sin mucha predisposición para compartir decisiones con otros actores. En nuestro caso, el convencimiento sobre su importancia no solo viene dado por conceptualizaciones teóricas previas sino que también por la misma necesidad de resolver problemáticas complejas que mal puede intentarse abarcar unilateralmente.

Horizontalidad.
Las políticas desarrolladas bajo este paradigma de gestión participativa han sido en su mayoría informales, con la idea de su naturalización. Para ello se convocaron asambleas con el personal del Instituto con propósitos variados, en donde no faltó la cuestión reinvidicativa pero también se trataron temas relacionados al andamiaje administrativo y técnico en sí mismo, o propuestas relacionadas con capacitaciones e inclusive a estrategias de imagen ante el sector productivo y la sociedad en general.
Otro ejemplo de políticas horizontales son las asambleas resolutivas con municipios, en donde se convoca a los responsables de las áreas de bromatología de todas las localidades de la provincia y se discute a temario abierto desde la fundamentación hasta la  estrategia de implementación de cada una de las propuestas presentadas. Cabe aclarar que estas asambleas tienen carácter resolutivo y soberano, y el ICAB toma como política propia lo que aquí se decide por consenso.

Intersectorialidad.
El mejor ejemplo de políticas intersectoriales impulsadas desde el ICAB es la mesa intersectorial provincial de la alimentación en donde participaron, en varias instancias realizadas en distintos puntos de la provincia, diversos estamentos que pudieron abordar problemáticas comunes que los atraviesan con disímiles ángulos y que por lo tanto provocan visiones y priorizaciones diferentes ante cada uno de estos problemas. La amplitud de participantes muchas veces dificulta la operatividad en las posibles soluciones pero al mismo tiempo brinda una mirada integral que minimiza las sorpresas posteriores.
Para que se tenga una idea de cuan amplia es la convocatoria basta con mencionar los organismos que han participado: ICAB, SENASA, INTI, INTA, Dirección General de Fiscalizaciones y Defensa del Consumidor del Ministerio de la Producción, Secretaría de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social, Secretaría de Salud (área nutrición, municipios saludables y enfermedades no trasmisibles) del Ministerio de Salud, Subsecretaría de Agricultura Familiar del ministerio de Agricultura de Nación, Colegio de Profesionales (veterinarios, ingenieros especialistas, bioquímicos), Unidades académicas universitarias (ingeniería en alimentos, bromatología, nutrición, agronomía), Organismos no gubernamentales (ACELA, ACER, PAS) y productores independientes.
En este marco tan multisectorial es lógico dudar del poder resolutivo de estas mesas de trabajo, sin embargo las problemáticas que se han tratado han pasado a formar parte obligada de los temarios de espacios de discusión más pequeños, así como también se ha logrado que toda política que se desarrolle desde cualquier sector no ignore las implicancias que puede causar en otro, lo que representa una nueva dinámica de pensar programas y normativas con visiones más integrales de parte de cada uno de los que han participado en esta experiencia.
Otra instancia de Intersectorialidad propulsada desde nuestro instituto es la mesa de gestión local para la economía social y solidaria en Concordia, con participación de ICAB, CAFESG, INTA, Desarrollo Social municipal, Bromatología municipal, UNER y Subsecretaría de Agricultura Familiar. Esta otra experiencia ha obtenido impactantes resultados en cuanto a estímulo productivo y capacitaciones.


Todo lo que se ha podido perder al aplicar este tipo de políticas participativas queda ampliamente justificado cuando se visualizan los logros respecto a  transparencia, confianza mutua, eficiencia y mayor compromiso. El tiempo dirá. Otros evaluarán.